martes, 8 de junio de 2010

Prosas Apáticas I

UNO:

Gabriela tocó ayer en Barranco. Detrás de ella, un escenario poco iluminado.

Cada noche, Gabriela emanaba un magnetismo brutal sobre mí. Cada noche su voz expulsaba matices y texturas que atravesaban mis tejidos, eran cientos de orgasmos simultáneos mientras la tenue luz y el humo de mi cigarro navegaban por el lugar amplificando el efecto chamanico de su arte, nunca la música había sido tan salvajemente autentica.

Para las pocas personas que habíamos notado su existencia, verla en un escenario debía ser similar a lo sentido por el testigo de un accidente, ver dos autos comprimiéndose y casi fusionándose. Sentir esa increíble pausa casi eterna antes del colapso de fierros y carne. Esa noción de estar presenciando algo que esta apunto de despedazar la continuidad de un momento casi perfecto, hasta que la sangre y el oxido contaminé todo.

La pregunta es: ¿Cuándo colapsará Gabriela? , dejando fuera la connotación tan humana  de muerte en un choque de autos, La situación de Gabriela es similar, es decir, ella está a punto de atropellar al mundo. Está en la ruta del colapso y la tierra en su camino.

Una pausa entre canción y canción acentuaban la intensidad de la atmósfera, se convertían en un respiro antes de sumergirte en la enormidad de su música. La pausa perfecta para navegar sin asfixiarte. Gabriela tenía una presencia aislante sobre este bar parecía ajeno al mundo regular, todo se volvía atemporal.  Algunas veces necesitaba alejarme de su atmosfera para comprobar que el tiempo seguía fluyendo, mi cuerpo tardaba unos segundos en reaccionar y sentía como poco a poco mi respiración y latidos se ajustaban a  su ritmo habitual , como mis manos se soltaban y abandonaban su espasmo  ,mientras ,mi  columna se despegaba del respaldar al cual se aferraba. En ese momento solía darme cuenta como el cigarro todavía encendido se consumía casi hasta el filtro sin que yo haya empezado a fumarlo. Le doy la última piteada y boto el humo lentamente. Enciendo otro Marlboro ,seco el whiskey y vuelvo a sumergirme .

La tocada acaba como a la una de la mañana.

Me toma unos segundos salir a flote y volver a la realidad .Ahora una banda de reggae se preparaba para tocar, el ambiente cambia y ya no me interesa quedarme ahí. Salgo por la puerta y enciendo otro cigarro.
Salgo fumando y cruzó Grau .

Caigo en cuenta de que hoy es 31 de octubre ,día de los muertos, y la plaza estaba atestada de gente, todos están alegres e idiotas como nunca. Su estupidez me perturba de la manera más perversa y esperaba no encontrarme con algún huevón de la universidad o del colegio. Camino por Habich , mientras me mezclo entre una marea de personas afuera de las discotecas, en estos lugares la calidad de la música iba en relación a la cantidad de gente que la bailaba , mientras más gente la baila peor es.

Al final, emerjo de la masa de gente pero sucede lo inevitable, me encuentro con una tipa de la universidad.
Alexia me saluda con calidez mientras yo respondo evasivamente, pero pronto me veo rodeado con gente de nuevo y la situación se vuelve imposible de soportar, ella me habla y pregunta cosas ,yo respondo sin ánimo  .Su discurso era nebuloso y estaba acompañado de una serie de gestos faciales y movimientos de las manos que eran casi una irrupción a mi espacio personal ,esa coreografía aberrante se repetía como una tortura .Finalmente la charla se vuelve un ridículo total que nadie parecía entender.

No sé que me detiene de mandarla al carajo y seguir con mis asuntos, espero se detenga y se despida pero mantiene la conversación, pronto me invita a una discoteca para tomar con el resto de sus amigos .Toda mi humanidad se escandaliza ¿Acaso no se da cuenta de mi incomodidad o de mi repulsión hacia ella?.

Cual  flagelo divino aparece Andrea ,e interrumpe el circo , un par de frases un par de despedidas y logra rescatarme de ese agujero negro.

Mientras caminamos por el parque central hablamos y mientras más nos distanciamos de la masa de gente nos escuchamos mejor

-Estabas con la cara de mierda de siempre y Sandra jamás se dio cuenta ,¿Qué la odias no? -Preguntó Andrea
-Bah, es una cojuda de mierda no la soporto -, contestó
-Pero, tu no soportas a nadie y todo te jode no?-
(Me quedo en un silencio pasivo y avergonzado por la lectura tan afinada de mi personalidad).
-Bueno ya que te salve, ¿Qué tal si hacemos algo?, justo iba a la calle de la pizzas para encontrarme con Ale  y sus amigas y de ahí pasar al Mono bar pero no conozco a nadie ,vamos pues?

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