martes, 8 de junio de 2010

Prosas Apáticas III

Déjà vu

Llego a la avenida y giro suavemente mientras fumo un cigarrito . Reposo la mirada un segundo en un perro que bosteza  y emana , dentro de esa quietud glaciar, una comprensión absoluta de los impulsos  vitales , este perro comprende que ha conocido sus límites ontológicos y que no vale la pena hurgar en nociones o emociones que no le  pertenecen, ha censurado esa curiosidad que parece tan humana pero que viral, el pendejo se dio cuenta que el mundo no le pertenece tanto como para ponerse a pelear (conoce todo o no le interesa aprender nada).

Al rato el perro se aburre del mundo y se va.
Sigo esperando mi combi me recuesto en una pared y enciendo otro cigarrito.
De repente siento una presencia extraña, una alteración en el espacio así que levanto la mirada como un animal que siente el terremoto antes que todos y encuentro una bomba nuclear.

Era A.

Me aseguro de que sea ella y compruebo que cada rasgo físico coincida con mi ultimo recuerdo de su presencia.

De pronto esa patética persecución se completa y esta mujer que me parecía estar rondando me alcanza.

Entre gente idiota , ambulantes y combis  ,su presencia nebulosa aun me perturbaba  y me costó un mundo  mantenerme de pie , de pronto sentí una corona de espinas en la cabeza y una condensación sulfúrica en mi estomago .Me paralizo un segundo que es suficiente para cruzar miradas (Un  romano ahora me ha puesto la cruz).

Prosas Apáticas II

Ale,en sol menor
Baje por Grau hasta la plaza central de Barranco ya eran casi las tres de la mañana pero aún pasaba uno que otro micro .
El bullicio inicial había muerto y el flujo urbano regresaba a su cauce noctámbulo.
Conté las monedas que tenia con la esperanza de que alcance para regresar en un taxi ,pero me tuve que contentar con un par de cigarros . Subí al micro y me desplome en el asiento, mire por la ventana durante todo el camino ,y lo único que  resistía mi sueño era la conversación de un par de sujetos borrachos  (la clásica reafirmación de su amistad por encima de cualquier evento).

Finalmente llegue al cuartito donde vivía con Ale.

Era un apretadísimo cuarto en el tercer piso de un viejo caserón en la avenida Arequipa. Cuando buscamos donde mudarnos mi única ambición fue que el cuarto tuviese un baño decente y además me encanto el espectro gotico y la geometría del caseron  . Así que cuando encontramos este cuartucho a precio accesible mi agitación por la búsqueda disminuyo y terminé frustrando los intentos de Ale por conseguir algo mejor,  Lo cual naturalmente origino más de una estúpida disputa que no llegaría a ningún lado .

Entre despacito  al cuarto y susurre un hola que se diluyó en el recuerdo de que esa noche dormiría solo pues Alejandra pasaría la noche trabajando haciendo no sé que en no sé donde, me desvestí rápido y me eché tan naturalmente a mi usual lado de la cama que sentí un compromiso indefinible con el espacio que compartíamos, pero el sueño me obligó a  darle poca importancia este evento. Busque el olor de Ale en su almohada y me disolví en un sueño etéreo.

Ale había llegado a las 5 y a pesar de su felinÍsimo tacto ,me despertó por unos segundos que solo alcanzaron para saludarnos ligeramente .

Al otro día desperté alrededor de las once enroscado por el cuerpo de Ale .Por la ventana el sol brillaba con la clásica antipatía del clima limeño sin embargo, una brisa que entraba inflando y desinflando la cortina a un ritmo uniforme, refrescaba  toda la habitación . Mire un buen rato por la ventana mientras la sensación de estar despierto se asentaba en mi cuerpo , al rato los dos estuvimos despiertos .

Mientras ella se cambiaba para salir a comer note sus senos ajustando la camiseta de  Los Beatles que usaba para dormir y la desee .Hicimos el amor hasta la tarde y el hambre fue la que nos detuvo .Caminamos en silencio hasta la cabaña (un modesto menú que servía monumentales cantidades de comida a un precio que nuestro menudo presupuesto podía alcanzar) .

Prosas Apáticas I

UNO:

Gabriela tocó ayer en Barranco. Detrás de ella, un escenario poco iluminado.

Cada noche, Gabriela emanaba un magnetismo brutal sobre mí. Cada noche su voz expulsaba matices y texturas que atravesaban mis tejidos, eran cientos de orgasmos simultáneos mientras la tenue luz y el humo de mi cigarro navegaban por el lugar amplificando el efecto chamanico de su arte, nunca la música había sido tan salvajemente autentica.

Para las pocas personas que habíamos notado su existencia, verla en un escenario debía ser similar a lo sentido por el testigo de un accidente, ver dos autos comprimiéndose y casi fusionándose. Sentir esa increíble pausa casi eterna antes del colapso de fierros y carne. Esa noción de estar presenciando algo que esta apunto de despedazar la continuidad de un momento casi perfecto, hasta que la sangre y el oxido contaminé todo.

La pregunta es: ¿Cuándo colapsará Gabriela? , dejando fuera la connotación tan humana  de muerte en un choque de autos, La situación de Gabriela es similar, es decir, ella está a punto de atropellar al mundo. Está en la ruta del colapso y la tierra en su camino.

Una pausa entre canción y canción acentuaban la intensidad de la atmósfera, se convertían en un respiro antes de sumergirte en la enormidad de su música. La pausa perfecta para navegar sin asfixiarte. Gabriela tenía una presencia aislante sobre este bar parecía ajeno al mundo regular, todo se volvía atemporal.  Algunas veces necesitaba alejarme de su atmosfera para comprobar que el tiempo seguía fluyendo, mi cuerpo tardaba unos segundos en reaccionar y sentía como poco a poco mi respiración y latidos se ajustaban a  su ritmo habitual , como mis manos se soltaban y abandonaban su espasmo  ,mientras ,mi  columna se despegaba del respaldar al cual se aferraba. En ese momento solía darme cuenta como el cigarro todavía encendido se consumía casi hasta el filtro sin que yo haya empezado a fumarlo. Le doy la última piteada y boto el humo lentamente. Enciendo otro Marlboro ,seco el whiskey y vuelvo a sumergirme .

La tocada acaba como a la una de la mañana.

Me toma unos segundos salir a flote y volver a la realidad .Ahora una banda de reggae se preparaba para tocar, el ambiente cambia y ya no me interesa quedarme ahí. Salgo por la puerta y enciendo otro cigarro.
Salgo fumando y cruzó Grau .

Caigo en cuenta de que hoy es 31 de octubre ,día de los muertos, y la plaza estaba atestada de gente, todos están alegres e idiotas como nunca. Su estupidez me perturba de la manera más perversa y esperaba no encontrarme con algún huevón de la universidad o del colegio. Camino por Habich , mientras me mezclo entre una marea de personas afuera de las discotecas, en estos lugares la calidad de la música iba en relación a la cantidad de gente que la bailaba , mientras más gente la baila peor es.

Al final, emerjo de la masa de gente pero sucede lo inevitable, me encuentro con una tipa de la universidad.
Alexia me saluda con calidez mientras yo respondo evasivamente, pero pronto me veo rodeado con gente de nuevo y la situación se vuelve imposible de soportar, ella me habla y pregunta cosas ,yo respondo sin ánimo  .Su discurso era nebuloso y estaba acompañado de una serie de gestos faciales y movimientos de las manos que eran casi una irrupción a mi espacio personal ,esa coreografía aberrante se repetía como una tortura .Finalmente la charla se vuelve un ridículo total que nadie parecía entender.

No sé que me detiene de mandarla al carajo y seguir con mis asuntos, espero se detenga y se despida pero mantiene la conversación, pronto me invita a una discoteca para tomar con el resto de sus amigos .Toda mi humanidad se escandaliza ¿Acaso no se da cuenta de mi incomodidad o de mi repulsión hacia ella?.

Cual  flagelo divino aparece Andrea ,e interrumpe el circo , un par de frases un par de despedidas y logra rescatarme de ese agujero negro.

Mientras caminamos por el parque central hablamos y mientras más nos distanciamos de la masa de gente nos escuchamos mejor

-Estabas con la cara de mierda de siempre y Sandra jamás se dio cuenta ,¿Qué la odias no? -Preguntó Andrea
-Bah, es una cojuda de mierda no la soporto -, contestó
-Pero, tu no soportas a nadie y todo te jode no?-
(Me quedo en un silencio pasivo y avergonzado por la lectura tan afinada de mi personalidad).
-Bueno ya que te salve, ¿Qué tal si hacemos algo?, justo iba a la calle de la pizzas para encontrarme con Ale  y sus amigas y de ahí pasar al Mono bar pero no conozco a nadie ,vamos pues?

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